domingo, 19 de junio de 2016

La dignidad del trabajo y el trabajo digno



Comunicado con motivo del Día de la HOAC 2016.

La HOAC (Hermandad Obrera de Acción Católica), en su ser Iglesia en el Mundo Obrero y del Trabajo, denunciamos la situación de desempleado, precarización laboral y empobrecimiento que impide el desarrollo de las personas y de las familias.

Lectura del manifiesto
Es el resultado del dominio de la idolatría del dinero, de la rentabilidad y el bienestar individualista. La lógica económica y política actual convierte a muchos trabajadores y trabajadoras en descartables, prescindibles, por no ser suficientemente rentables. Y esto, a su vez, es la consecuencia de otro descarte más radical: el del ser humano mismo, reducido a un producto de usar y tirar. Se ha convertido el trabajo, que es parte de nuestro ser como personas, en puro instrumento de la rentabilidad económica y así se ha reducido a la persona trabajadora a la condición de instrumento. La consecuencia es la ausencia de trabajo digno, el desempleo, el empleo precarizado, el empobrecimiento de las personas y las familias trabajadoras… Todo ello impide el desarrollo humano de las personas y dificulta la vida familiar.En este Año de la Misericordia, recogiendo la petición del Papa Francisco, hacemos un llamamiento a que no permanezcamos indiferentes ante esta situación. Pedimos que la persona sea siempre lo primero. La lucha por el trabajo digno es el  camino indispensable para para la afirmación práctica de la sagrada dignidad de la persona, porque sin trabajo digno se pisotea esa dignidad. La lucha por el trabajo digno es, además, condición imprescindible para la inclusión social de los pobres.
La lucha por un trabajo digno lo es por un trabajo en condiciones dignas y justas, pero también por devolver la dignidad al trabajo mismo, por recuperar lo que el trabajo debe ser: un camino de realización de nuestra humanidad, de construcción de una sociedad humana, de posibilitar los derechos familiares de las personas y los derechos sociales de las familias. 

El ser humano se realiza en el amor, cuando experimenta que ama y es amado. La lucha por el trabajo digno es la lucha para que podamos trabajar por amor, realizando con el trabajo nuestra humanidad, sirviendo con él a los demás, viviéndolo como un don de la persona a las demás. Como toda actividad humana, el trabajo sin amor no es digno del ser humano.

¡Por un trabajo digno para una sociedad decente!