Comunicado de la HOAC y la JOC.
Hace tiempo que los gobiernos, con el pretexto de la crisis económica, están tomando decisiones que suponen un grave retroceso en los derechos laborales y sociales de personas y familias. Estas políticas están afectando muy negativamente al conjunto de la sociedad y, en particular, a las personas y familias más empobrecidas y vulnerables. Como ya hemos manifestado en otras ocasiones, consideramos estas políticas equivocadas e injustas. El actual Gobierno de España está llevando hasta el extremo estas políticas contrarias a los derechos laborales y sociales de personas y familias.
Entre estas decisiones se están tomando algunas que imponen recortes en el ejercicio de un derecho básico de las personas, en el acceso a una sanidad pública que atienda debidamente el derecho a la salud de las personas y a la debida atención sanitaria. Y dentro de ellas se ha tomado la decisión de que, desde el próximo 1 de septiembre, a las personas inmigrantes que no tienen regularizada su situación administrativa, se les negará la tarjeta sanitaria y, por tanto, la atención sanitaria que puedan necesitar (con excepción de las urgencias y la atención a menores de edad y mujeres embarazadas).
La Juventud Obrera Cristiana (JOC) y la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), consideramos que esta decisión es especialmente injusta e inmoral. Porque estamos ante un retroceso en el reconocimiento del acceso universal a la sanidad (que es lo justo) y, sobre todo, porque supone excluir de este derecho a personas especialmente vulnerables y empobrecidas (y atenderlas debidamente es lo moral). Con el Papa Juan Pablo II, consideramos que “apenas hay una señal más eficaz para medir la verdadera estatura democrática de una nación moderna que el comportamiento que muestra para con los inmigrados” (Homilía en Guadalupe, España, 1982). Personas a las que una legislación injusta ha dejado en una situación irregular administrativamente, ahora se les considera de inferior categoría en el acceso a derechos básicos. Es una desigualdad absolutamente inmoral.
Es una injusticia y una inmoralidad que niega un principio básico de humanidad en el que ha insistido la Doctrina Social de la Iglesia: “Todo emigrante goza de derechos fundamentales inalienables que deben ser respetados en cualquier situación” (Consejo Pontificio para la Pastoral de los Emigrantes, “Erga migrantes caritas Christi”, n. 5). Principio que los obispos españoles han concretado de forma que nos parece especialmente importante para una situación como la actual: “Para la Iglesia, el emigrante, independientemente de la situación legal, económica, laboral, en que se halle, es una persona con la misma dignidad y derechos fundamentales que los demás, es un hijo de Dios (…) El inmigrante no es “una fuerza de trabajo”, sino una persona. Con esto está dicho todo lo que a dignidad humana y derechos fundamentales se refiere” (Conferencia Episcopal Española, “La Iglesia en España y los Inmigrantes”, n. 5).
Por todo ello, la HOAC y la JOC:
1º.- Rechazamos la decisión adoptada por el Gobierno de España, por injusta e inmoral, y le pedimos una inmediata rectificación, devolviendo a los inmigrantes lo que en justicia les pertenece.
2º.- Pedimos al conjunto de la sociedad y a las organizaciones sociales que se opongan a esta decisión y hagan lo posible por modificarla.
3º.- Invitamos a las comunidades cristianas y al conjunto de la Iglesia a asumir la especial responsabilidad que tenemos en la defensa de los derechos de justicia de quienes son más pobres y vulnerables.
Madrid, 4 de mayo de 2012
viernes, 4 de mayo de 2012
martes, 1 de mayo de 2012
Actos por un trabajo para la vida y con derechos
La HOAC, junto al Secretariado Diocesano de Pastoral Obrera ha organizado varios actos con motivo de dos eventos del mundo obrero.
El viernes 27 de abril, con motivo del Día Internacional de la Salud Laboral, se celebró una Eucaristía por las Víctimas del trabajo, en la que se recordó especialmente a los cuatro trabajadores fallecidos en accidente laboral en 2012 y a sus familias. Tuvo lugar en la parroquia de San Vicente de Paúl, y estuvo presidida por Paciano Martínez, antiguo consiliario de la HOAC y concelebrada por Natalio Sarmentero, actual consiliario. Con esta celebración se renovó el compromiso de los militantes obreros cristianos por un trabajo para la vida.
El lunes 30 de abril, en esta ocasión en la parroquia de San Pío X del popular barrio vallisoletano de Girón, una tertulia sobre los Derechos Sociales servía para preparar el 1º de mayo. El documento de la Comisión Permanente de la HOAC titulado "Derechos Sociales. Un deber de justicia" fue la referencia utilizada. Con la ayuda de un guión de trabajo se desarrolló de forma animada y participativa esta tertulia en la que se profundizó en las causas de la reducción de los derechos sociales y la implicación y responsabilidad de los ciudadanos y de las diferentes instituciones en está situación.
Una Vigilia de Oración siguió a la tertulia. A partir del Comunicado del 1º de mayo conjunto de la HOAC-JOC-MTC y escuchando la Palabra de Dios se buscó el rostro del Señor en el de aquellos que sufren las consecuencias de la actual situación. Se pidió para que los asistentes, desde el encuentro con Cristo a través de esas personas, fueramos sus testigos llevando esperanza y acompañando las luchas por la dignidad de los trabajadores y sus familias.
Acompañó ambos actos D. Luis Argüello, Vicario General de la Diócesis, a quien se agradeció su presencia porque supone un aliento para la Pastoral Obrera de Valladolid.
1º de mayo: “Mirar la realidad con esperanza”
Los movimientos especializados de Acción Católica para la evangelización del Mundo Obrero: JOC (Juventud Obrera Cristiana), MTC (Mujeres Trabajadoras Cristianas) y HOAC (Hermandad Obrera de Acción Católica) presentamos el comunicado “Mirar la realidad con esperanza” con motivo de la celebración del 1º de mayo, Día del Trabajo.
El 1º de Mayo es para nuestros movimientos tiempo de reflexión y discernimiento, de renovación del compromiso y de celebración de nuestra fe en el acontecer del mundo obrero y del trabajo.
Como parte de la Iglesia, debemos discernir desde el Evangelio los signos de los tiempos. Un discernimiento que a nosotros, movimientos de Acción Católica en el mundo obrero y del trabajo, nos hace preguntarnos cómo se anuncia y manifiesta la salvación de Dios en la realidad social que hoy vive el mundo del trabajo y qué es lo que está truncando su proyecto de fraternidad y justicia universal. ¿Hay hoy día buenas noticias para las personas empobrecidas?
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