domingo, 27 de abril de 2014

El trabajo, para la vida

El día 28 de abril se celebra el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo. La HOAC de Valladolid hacemos propia la reflexión de la HOAC de Córdoba.

En 2013, en nuestra provincia, ocurrieron 13622 accidentes laborales, de ellos 10 mortales. Así mismo se reconocieron 124 enfermedades profesionales. Estamos por tanto ante un grave problema. 

Invitamos a tener presentes en esta jornada a los trabajadores y a las familias que han visto su vida tocada por la salud y/o la siniestrabilidad laboral. Pidamos al Padre de la Vida que pueda llegar pronto el día en que el trabajo sea para vivir y comprometámonos con todos los hombres y mujeres que están empujando nuestra historia en esta dirección.

Este es el comunicado de la HOAC de Córdoba:

Desgraciadamente llevamos ya mucho tiempo afirmando que la salud laboral es una cuestión de Justicia, de condiciones y ambientes de trabajo adecuados, donde se pueda desarrollar la actividad profesional con dignidad. Hemos denunciado muchas veces que los mal llamados “accidentes” de trabajo se pueden evitar... que podrían desaparecer si se adoptaran siempre las medidas preventivas marcadas por nuestras leyes. Si se profundizara en una cultura real del trabajo saludable.

La situación actual de crisis ha abierto una brecha aún más profunda en la salud de los trabajadores. Quienes conservan su empleo comprueban cómo empeoran sus condiciones de trabajo. Su esfuerzo es cada vez más barato, sus jornadas más largas, su “vida social” más escasa y su nómina más delgada.

Desde el potente aparato de propaganda que manejan nuestras autoridades se nos está diciendo machaconamente que la crisis ha terminado. Según ellos estamos mejorando y ya empezamos a crear empleo. Pero empleo ya no es igual a trabajo digno. Cada vez más, debido a la flexibilización del mercado laboral, encontrar un trabajo no equivale a poderte “ganar la vida”, siendo incluso insuficiente para sacarte de la pobreza.

Todo esto hace que aumente el estrés (los llamados riesgos psicosociales). Los problemas de salud se soportan en silencio para no causar baja por enfermedad, sinónimo del “no venga Vd. Mañana”. Y así, soportando condiciones cada vez más precarias, llegamos al accidente laboral. Siniestros que unas veces son a causa de deficiencias en la prevención de riesgos y otras se deben simplemente al
agotamiento, el ritmo altísimo de trabajo... el deterioro de la persona que trabaja.

Frente a esta realidad, la HOAC, Iglesia inserta en la realidad más sufriente del mundo obrero, proclama alto y claro que la persona, imagen y semejanza de Dios, debe ser la medida de todo.

También de la actividad económica y laboral. El valor del trabajo radica en quien lo realiza. No en productos, servicios o rentabilidades generadas. El Papa Francisco lo ha dicho de esta manera:

“Es necesario reafirmar que el trabajo es una realidad esencial para la sociedad, para las familias y para los individuos y que su principal valor es el bien de la persona humana, ya que la realiza
como tal, con sus actitudes y sus capacidades intelectuales, creativas y manuales. De esto se deriva que el trabajo no tenga solo un fin económico y de beneficios, sino ante todo un fin que atañe al hombre y a su dignidad. ¡Y si no hay trabajo esa dignidad está herida! Cualquier persona sin empleo o subempleada corre, de hecho, el peligro de que la sitúen al margen de la sociedad y de convertirse así en una víctima de la exclusión social”

Discurso del Papa Francisco en Cagliari 22 de septiembre de 2013

Por todo ello, afirmamos, en el día mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, que es imposible cuidar la salud en el trabajo si éste no es decente, se basa en una legislación cada vez más injusta (como la española) y ofende la dignidad de la persona que trabaja. Por eso:

  ElTrabajoParaLaVida_Web
HOAC Córdoba
28 de abril de 2014

sábado, 26 de abril de 2014

Comunicado 1º de mayo JOC-HOAC


 http://www.hoac.es/wp-content/uploads/2014/04/Comunicado1mayo2014.png

Ante un nuevo 1º de mayo, día internacional de los trabajadores  y las trabajadoras, fiesta del movimiento obrero mundial, la HOAC y la JOC, movimientos de Acción Católica especializada en el mundo obrero, queremos ofrecer nuestra reflexión.

Recordamos en este día a tantos trabajadores y trabajadoras que sufrieron y continúan sufriendo a lo largo de la historia condiciones precarias e inseguras de trabajo, lo que les ha llevado a perder la salud e incluso la vida. Trabajadores explotados por la usura de los empresarios, o de grupos multinacionales o financieros, que especulan y no dudan, en poner como centro de la actividad económica el beneficio y el dinero.

Así la persona y sus familias, son mercancía que se compra a cambio de un salario cada día menor. También recordamos a quienes, siendo un ejemplo de resistencia y lucha, han permitido que el colectivo obrero y la sociedad en general, avanzáramos hacia un mundo de justicia, igualdad, paz y desarrollo y nos implicáramos en la construcción de un mundo más fraterno.

Denunciamos que el Mundo obrero está sufriendo las consecuencias de una desigualdad cada vez mayor, entre países y dentro de cada país. El trabajo convertido en un factor más de la producción y al servicio del capital, está dejando de ser un elemento esencial para que las personas y las familias puedan vivir con dignidad. Un escenario nefasto para el desarrollo de la vida de tantas personas ¿Por qué no podemos vivir sin trabajo, y si trabajamos perdemos la vida? puede parecer exagerado… ¡pero no! Actualmente en España nos encontramos  con una escalofriante tasa de desempleo del 26% (5.896.300 de personas) [1],  del 56% si hablamos de jóvenes. Quienes encuentran trabajo, casi en su totalidad, obtienen empleos precarios e inestables [2] que también nos van quitando la vida, a veces incluso con salarios que no permiten salir de la pobreza.

Hay un ataque planificado y dirigido a redistribuir la riqueza desde la mayoría humilde obrera y trabajadora  hacia un grupo dominante minoritario, aplicando la despiadada ideología neoliberal en un mundo con fronteras para las personas, pero no para el dinero.

El reciente Informe Foessa “Precariedad y cohesión social”, presentado por Cáritas y cínicamente cuestionado por el gobierno, constata el empeoramiento de la situación laboral y social que se extiende a amplios sectores de la población.

En España la fractura social entre los más pobres y los más ricos se ha ensanchado un 45%. Cinco millones de personas se encuentran afectadas por situaciones de exclusión severa, un 82,6% más que en 2007, en su mayoría familias trabajadoras. Las diferencias son mucho más claras según la edad: los jóvenes menores de 29 años representan el 44% de las personas excluidas, y la exclusión social en la infancia se está convirtiendo en un problema de primer orden.

Es evidente el empobrecimiento acelerado del mundo obrero, que día a día encuentra más dificultades en el acceso a sus necesidades y derechos más básicos (alimentación, salud, vivienda, educación…) Esto contrasta con el creciente enriquecimiento de las élites económicas y financieras.

Ante la situación de insolidaridad estructural que se vive en todo el mundo respecto a los trabajadores, y más si cabe respecto a jóvenes que quieren y no pueden trabajar, observamos que las condiciones de vida que ofrece nuestra sociedad no son decentes porque humillan a grandes cantidades de personas abocándolas al desempleo o a trabajos precarios permanentes y mal remunerados que no garantizan una vida digna; a la pobreza que impide un mínimo proyecto de vida personal y familiar sostenible y duradero.

¿Tiene sentido seguir hablando de trabajo digno? ¿Cómo mirar desde una perspectiva cristiana la realidad del trabajo? ¿Puede ser hoy Buena Noticia nuestra manera de comprender el trabajo a la luz del Evangelio y de la Doctrina Social de la Iglesia (DSI)?

Ofrecemos la reflexión de la DSI, que establece el trabajo como la clave de la cuestión social. El Papa Francisco se ha referido repetidamente a la importancia del trabajo para tener una vida digna: “Donde no hay trabajo, falta la dignidad. Y esto (…) es consecuencia de una elección mundial, de un sistema económico que lleva a esta tragedia; un sistema económico que tiene en el centro un ídolo, que se llama dinero.” [3]

 La persona  debe ser y estar en el centro de la actividad económica, de la política, de las relaciones laborales, del trabajo. La forma en que se está organizando el trabajo y la sociedad nos deshumaniza, nos impide el desarrollo personal, familiar, social y nos condena, a vivir para trabajar, dispuestos a aceptar cualquier condición laboral. Se supedita al ser humano y a la familia a esta lógica.

Reconocemos que a pesar de esta situación, amigos, vecinos y familiares, voluntarios anónimos, movimientos y entidades sociales, organizaciones obreras, colectivos de Iglesia como Cáritas o Manos Unidas y otros muchos están ofreciendo experiencias de apoyo mutuo, de resistencia pacífica, de alegría en el compartir lo que no sobra. Experiencias que rechazan el individualismo, que mantienen viva la esperanza en que el tiempo dará la razón a los que ahora son olvidados por las estructuras.

Proponemos la Buena Noticia de Jesús de Nazaret, que sigue teniendo una extraordinaria fuerza profética y revolucionaria, pues la escala de valores que nos propone subvierte de raíz el orden establecido. El Evangelio anuncia que la vida humana no tiene otro sentido que dar vida, gastarse en la tarea de hacer posible que otros tengan vida. Por eso hoy debemos “convertir en actores a los que sólo son espectadores”, como decía Guillermo Rovirosa, promotor de la HOAC, o recordar nuevamente que “un joven trabajador vale más que todo el oro del mundo” como afirmaba Cardjin, fundador de la JOC.

Nos sentimos llamados y llamadas a repensar la economía y la política desde el carácter humanizador que tiene el trabajo, y sabiendo que el empleo fijo y para toda la vida probablemente ya no volverá, mientras perdure este sistema capitalista. Hemos de trabajar por garantizar una renta básica para que todas las personas tengan los mínimos para vivir con dignidad, sin renunciar a la defensa de un trabajo digno. Debemos poner nuestra mirada en los que no pueden esperar, no podemos conformarnos con que nuestro modelo de vida se caracterice por la precariedad vital que la crisis ha generado.

Reivindicamos seguir luchando por la defensa y extensión de los derechos sociales y por la necesaria renovación y fortalecimiento del movimiento sindical. Es hora de seguir construyendo pequeñas alternativas en lo económico y en lo relacional, basadas en el incremento del compartir, a veces incluso lo que no sobra, a contracorriente y en contraposición de la cultura falsa e inhumana del “tener más para vivir mejor”. Pequeñas, pero imprescindibles experiencias para imaginar e ir viviendo desde ya un futuro mejor posible frente al “único” pretendido por los que nos han traído hasta la situación actual. Es imprescindible que los cristianos y cristianas trabajemos activamente, junto a nuestros hermanos de trabajo, en la radical “defensa del pueblo deshumanizado, empobrecido y crucificado” en palabras de Ignacio Ellacuría.

Animamos a seguir construyendo esa nueva sociedad, de relaciones humanas, sociales, laborales, que sean  camino de humanización, de fraternidad y vida de comunión.

Anunciamos que las tristezas y las angustias de los trabajadores y trabajadoras, sobre todo de quienes más sufren, son también las  tristezas y angustias de quienes seguimos al Cristo obrero, al carpintero de Nazaret, que proclamó el Reino de Dios y su justicia. Continuamos celebrando la lucha obrera y mientras, tenemos el reto de seguir mostrando el amor al mundo obrero  y la fuerza solidaria  que tiene Jesucristo.
1 de mayo de 2014
[1] Datos de la EPA (1Trim. 2014)
[2] El 92,3% de los contratos registrados durante 2013 fueron de carácter temporal según el informe Foessa “Precariedad y cohesión social”.
[3] Discurso del Papa en su encuentro con el mundo del trabajo en Cagliari, 22-9-2013

Actos del 1º de mayo de 2014





La Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) y el Secretariado Diocesano de Pastoral Obrera, con la colaboración de la Parroquia de Nª Sª de La Victoria convocan un año más varios actos para la celebración del 1º de mayo .

La situación actual resulta un tanto oscura para muchas familias y personas, la gran mayoría del mundo obrero:
 • Reducción de rentas.
 • Incremento de situaciones de pobreza y exclusión social.
 • Mayor desigualdad social.
 • Desempleo
 • Quien mantiene el trabajo, es más precario.
 • Más dificultades de acceso a derechos sociales básicos: educación, salud, protección y servicios sociales, …

Este es el panorama que pinta el informe “Precariedad y cohesión social” de Cáritas y la Fundación FOESSA presentado al público recientemente. Pero detrás de estas situaciones se encuentran personas concretas, con rostros. A ellas queremos tener presentes en nuestra oración comunitaria, mirarlas desde el amor y pedirle al Padre que nos envíe su Espíritu para acompañarlas en la búsqueda de la justicia y de la recuperación de la dignidad robada por una economía del “descarte”. La oración tendrá lugar el martes 29 de abril, a las 20.30 horas, en la Parroquia de Nª Sª de La Victoria.

El amor a la gente es una fuerza espiritual que facilita el encuentro pleno con Dios, hasta el punto de que quien no ama al hermano (…) «no ha conocido a Dios» (1 Jn 4,8). La alegría del Evangelio 272

Pero ese mismo informe señala también la fortaleza de las relaciones sociales que están siendo un recurso de vital importancia para evitar el riesgo de fractura social generado por los efectos de la crisis. Se están generando y/o consolidando iniciativas que buscan respuestas a la situación colocando en el centro a la persona. Para nosotros resultan signos de la resurrección.

La resurrección de Cristo provoca por todas partes gérmenes de ese mundo nuevo; y aunque se los corte, vuelven a surgir, porque la resurrección del Señor ya ha penetrado la trama oculta de esta historia, porque Jesús no ha resucitado en vano. ¡No nos quedemos al margen de esa marcha de la esperanza viva!. La alegría del Evangelio 278

Queremos conocer algunas de esas experiencias, y para ello celebraremos una mesa-debate de experiencias el próximo miércoles 30 de abril, a las 20.00 horas, en el Centro Cívico La Victoria. Después de una breve reflexión sobre el valor y la importancia de lo comunitario y de la búsqueda del bien común a cargo de una persona comprometida en varios proyectos colectivos se presentarán tres experiencias:
 • La acción y organización de los propios afectados para dar respuesta a su situación con Parados en Movimiento de Valladolid.
 • La solidaridad de los vecinos con los mismos vecinos articulada en el Proyecto “Entrevecinos” de la Federación Provincial de Asociaciones Vecinales de Valladolid.
 • La cercanía y el acompañamiento a las víctimas de la crisis por parte de la comunidad cristiana a través de Cáritas. Después de conocer estas tres experiencias entraremos en un diálogo abierto.

PROGRAMA DE ACTOS CON MOTIVO DEL 1º DE MAYO 

Martes 29 de abril de 2014 - 20.30 horas 
ORACIÓN: ENCUENTRO CON CRISTO EN LOS ROSTROS DE LA CRISIS 
Parroquia de Nª Sª de La Victoria.

Miércoles 30 de abril de 2014 - 20.00 horas 
MESA-DEBATE DE EXPERIENCIAS DE RESPUESTA A LA CRISIS: ACTUANDO CONTRA LA CRISIS, GENERANDO ESPERANZA. 
Centro Cívico La Victoria.